La silla grande II
Y las campañas siguen
Imposible alejarse de las campañas cuando su presencia es tan constante y, a veces, tan disparatada.
No hay que ser genio de la comunicación para darse cuenta de cuáles mensajes están llegando mas y mejor a sus públicos. Botones de muestra bastan con unos cuantos. AMLO tiene una precisión importante en los mensajes que emite. Sabe exactamente cómo y a quién decirle las cosas que quieren escuchar; se va a acabar la corrupción y con eso y sin subir impuestos vamos a repartir el dinero entre el pueblo. ¿qué no dice cómo lo va a hacer? Es cierto, no lo dice, pero no hace falta. Su popularidad de tantos años le ha permitido la credibilidad necesaria de sus seguidores a prueba de balas. Él ya tiene ese beneficio y lo está aprovechando muy bien.
RAC no tiene ninguno de estos beneficios. Su muy reciente carrera política no le permite estar a la altura de quienes dudan su voto. RAC no ha dado el paso a entregar los mensajes que los mexicanos queremos escuchar. La necesidad ética que tiene RAC de explicar cada una de sus afirmaciones, lo empantanan en eso, explicaciones que no nos importan. Explicar que el gobierno de coalición que promete tiene sus reglas y que estas reglas rigen las decisiones y que éstas son democráticas y acordadas entre los partidos de la alianza, es demasiada explicación para los oídos de los electores. (sobre todo en un país donde somos mas inmediatistas que analistas).
Por ejemplo, es incapaz de afirmar que va a meter al presidente actual a la cárcel, y justifica diciendo que no es el titular del ejecutivo el que puede hacer semejante decisión. Es verdad lo que dice; que será “el poder judicial a través de una fiscalía independiente la que atenderá todos los actos criminales y que quien la haya echo la va a pagar…” Éticamente se puede llevar los aplausos del sexenio, pero ese tipo de discurso no lo va a llevar a crecer su posición en las preferencias. RAC por el bien de su campaña, sin dejar fuera su personal cercanía con “hacer bien las cosas”, podría dar un giro mucho mas mercadológico si lo que quiere es crecer en preferencias. Acercarse a la gente; salir de los salones de conferencias; “ensuciarse”, “pueblear” etc.
Y del tercer lugar en preferencias no se puede decir mas que, mientras no se deslinde del actual gobierno, difícilmente podrá obtener un voto mas. Ya es tarde; quizá muy tarde para iniciar, pero aun podría con el riesgo que él, sólo él, tiene al hacer público un rompimiento con sus compañeros de fórmula.
La comunicación es, en este momento de las campañas presidenciales, lo mas cercano al éxito que se espera. Las redes sociales son tan sólo uno de los termómetros que miden el calor de la contienda, pero las campañas a ras de tierra son el otro y están en su momento preciso.