El reto es: ¡EMOCIONAR!
¿Cuánta información recibimos al día?
Los expertos comentan que en promedio recibimos 3,000 impactos publicitarios al día, casi 1 millón al año. Esto no quiere decir que sólo es través de anuncios en medios tradicionales, sino que cada vez vemos más en la calle y en Redes Sociales.
Todos los días, las marcas tienen una batalla campal por llamar nuestra atención, no sólo los productos de consumo sino ahora también las personas. Y entre tanta información que recibimos al día, ¿cómo elegir la mejor opción?
Claro, podríamos pensar que la elección es a través de los atributos de la marca, pero la realidad es que la competencia entre productos y personas es tan alta en estos momentos que es muy difícil tener un diferenciador de atributo. Entonces, ¿cómo tomamos una decisión?
Hoy, el reto para las campañas es: emocionar. Dar información es generar conocimiento sobre algo que muchas veces puede parecer repetitivo, sin embargo, comunicar es generar emociones y sentimientos que movilicen la decisión de las personas.
La clave como marcas, es olvidarnos que las personas tienen una ideología o están “casados” con un producto, y buscar nuevas maneras de contactar con ellos por medio de las emociones para que se sientan identificados.
Un claro ejemplo de esto es lo que hace Google cada año, aproximadamente en la tercera semana de diciembre lanzan un video con las mayores búsquedas del año en su plataforma, sin embargo, aunque podrían dar todos los datos duros para entender qué es lo que buscamos, lo hacen de una manera muy especial que genera cualquier tipo de sentimiento al verlo.
Google: Year in Search 2017.
“Las personas no son números, son humanos”, necesitamos incorporar el “nosotros” a nuestras campañas, cambiar la narrativa, hacer que las mismas personas cuenten sus experiencias. Tenemos que olvidarnos de una vez por todas del diseño o producción excesiva en nuestros materiales o del “tiroteo” de información en cada una de nuestras publicaciones, cada vez el marketing digital nos exige ser más humanos, más reales, más “nosotros”.
