La publicación impresa más antigua de México
Era digital, pero con 192 años consecutivos imprimiéndose.
En esta época en la que la comunicación digital es lo que más se utiliza, los productos que se alejan del concepto tienen un especial valor en el mercado.
Un botón de muestra es el Calendario del más Antiguo Galván.
Para quienes no lo conocen es importante comentar que este calendario tiene, de forma ininterrumpida 192 ejemplares; esto es, la editorial Librería y Ediciones Murguía, S.A. lleva ya 192 años publicando este singular producto.
El primer ejemplar aparece en 1827 pero comienza circular a finales del año anterior. De dimensiones pequeñas y con un total de apenas 48 páginas, incluía notas cronológicas, eclipses, cómputo eclesiástico, santoral, y algunos artículos de las características físicas de las zonas económicas del país.
Para 1910 el libro anual ya contaba con 128 páginas y se había incluido, entre sus temas relevantes, artículos de interés científico, literario, histórico y también religioso.
El calendario Galván, así se llamaba en su origen en honor al ingenio de Don Mariano Galván Rivera (1791-1876). La aceptación del calendario era muy extendida pues aún aquellos que no sabían leer, conocían su contenido a través de un lector en voz alta, costumbre que, por supuesto, se ha desvanecido en el actual mundo digital.
En 1846 Manuel Murguía abre las puertas de la Antigua Librería, Imprenta y Litografía de Murguía y compra los derechos del calendario.
Actualmente el calendario conserva esencialmente las materias, el formato y el estilo que les imprimió su creador y junto con noticias calendáricas y el santoral de cada día, aparecieron artículos religiosos, científicos, literarios, históricos, de agricultura e interés que hicieron de él una pequeña enciclopedia popular.
En este ejemplar que desde octubre del 2017 comenzó a circular y que calendariza el 2018, suman ya 192 ejemplares.
La actual oficina de la librería se ubica en un magnífico edificio restaurado desde su fachada, que conserva la riqueza del estilo arquitectónico de aquella época, hasta su ahora muy moderno interior, en la calle 16 de septiembre Nº 54 en el centro de la ciudad de México.
No es posible en esta época digital que la más antigua de las publicaciones en México, que se publica sin falta desde su fundación, sobreviva sin una versión electrónica, sin embargo, el tiraje deja la boca abierta pues sus más de un millón de ejemplares se siguen vendiendo año con año en su versión impresa.
Lejos de la intención de defender lo impreso sobre lo electrónico lo que llama la atención es que algunas publicaciones sigan resintiendo el cambio acelerado de la forma de hacernos de información.
Un análisis apenas superficial arrojaría que los lectores del calendario Galván, son personas que viven en provincia y sobre todo en los municipios y poblaciones con una clara orientación agrícola o ganadera (como fue su origen). Sí, pero resulta que también se vende en las zonas urbanas y, cada octubre, lo esperan y adquieren. Como si no hubiera mil y una aplicaciones donde obtener toda la información que contiene el calendario, sin embargo, quizá sea la nostalgia, la que invita a mantener la curiosidad de un libro con la información al alcance de la mano.
En fin, que ya con 192 años de experiencia y también con el salto a las nuevas tecnologías, el Calendario del más Antiguo Galván sigue siendo la publicación impresa periódica más antigua de México.
Si quieren saber más, visiten www.calendariodelmasantiguogalvan.com.mx